Tepic es la capital del estado de Nayarit, un estado hermoso y próspero en donde a pesar de su riqueza natural existen muy pocas oportunidades de trabajo de tal suerte que sus habitantes sólo tienen cuatro opciones para subsistir: Pertenecer a la clase política, al narco, ser burócrata y/o auto emplearse en pequeños o medianos comercios familiares. La embestida neoliberal contra los pueblos va caminando aunque no lo parezca pues aunque estamos en un periodo de la denominada “Cuarta transformación” se continúan aprobando leyes injustas que golpean de lleno a la clase trabajadora a los profesores, médicos y burócratas que si bien tienen un trabajo estable sus derechos laborales se han venido aniquilando poco a poco; se cometen abusos en contra de los ciudadanos abuso en los impuestos de quienes están en el poder y abuso de autoridad en contra de los sectores sociales más vulnerables, de los jóvenes cuando salen a trabajar en las motos o bicicletas, de las mujeres y de los adultos mayores. Pues bien, el mercado Z. Larios es un predio que está ubicado en el corazón de la ciudad de Tepic Nayarit entre la calle México y Victoria, los locales sucios, descuidados y abandonados son propiedad del ayuntamiento no así los locales principales que están entre las calles mencionadas pues sus locatarios tienen escrituras que datan de más de cuarenta años lo que significa que esos locales representan la única fuente de ingresos de mujeres y adultosmayores y que somos testigos los tepicenses que esos locales sí estaban en funcionamiento, sí se les daba mantenimiento y resistieron el abandono de las autoridades responsables, los altos impuestos y la dura crisis económica que dejó la pandemia. De un día para el otro se autorizó en el cabildo municipal la expropiación del inmueble sin consultarlos, sin tomarlos en cuenta y fue aprobado por la gran mayoría de los regidores encabezados por la presidente municipal de Tepic, después de esto, hubo protestas, se les buscó en el ayuntamiento en el que sólo encontraron puertas cerradas, se fueron al congreso del estado donde simularon escucharlos y los dejaron a su sola suerte mientras la edil tal cual anaconda se iba enroscando para irlos debilitando, les enviaba las patrullas a sus casas particulares, montó un ataque mediático en los medios de comunicación, realizaron videos para desacreditarlos y justificar el atraco, no les extendieron sus licencias de funcionamiento, les clausuraron el predio, no les permitieron sacar a algunos sus cosas hasta que en la madrugada del 30 de julio como vil delincuente envió maquinaria pesada comandados por un fuerte operativo de la policía municipal y estatal con la presencia aproximada de más de 300 elementos y patrullas para no dejar pasar a los dueños de los locales mientras éstos rodaban lágrimas de desamparo, coraje, tristeza e impotencia de mirar por los suelos todo aquello que representaba lo más importante de su vida, su fuente de empleo, su propiedad. Antes de que lo anterior sucediera se ampararon y comenzaron su defensa jurídica, buscaron por todos los medios de entrevistarse con el gobernador y sólo recibieron los malos tratos y el despotismo del secretario de gobierno quien les humilló además de reclamarles del por qué se manifestaban; y esas burlas como malos tratos se encuentran documentados en los diferentes videos; después de tanto peregrinar logran una cita con el gobernador y la presidente municipal para llegar a un acuerdo de inclusión en el supuesto proyecto de lo que ellos denominan la ciudad de las artes indígenas, un proyecto al cual los locatarios no se oponen y por el contrario a lo que sí se oponen es al despojo, a perder su fuente de empleo y su propiedad que es suya de ellos y que les pertenece. Nada de lo anterior sirvió para detener la embestida y la continuación del proceso de expropiación, continuaron recibiendo “visitas” en sus casas para presionarlos psicológicamente, los locatarios buscaron de nueva cuenta al gobernador quien públicamente les prometió se les iba a respetar; luego, vino el presidente Andrés Manuel López Obrador quien les dijo” Si no hay acuerdo, no se construye”, pero a los dos días la presidente municipal decidió enviar a toda la fuerza pública para despojarlos con toda saña e indolencia suficiente para continuar con su apretada agenda en la Fiestas de Xalisco, en las coronaciones y en los bailes ejidales mientras la boa constrictora apretaba len-ta- men-te los sueños y esperanzas de mujeres y hombres decentes. Lo que les ha sucedido a estos comerciantes es un claro despojo, representa la violación a los derechos humanos, es un tema que debe ser llevado a las cortes internacionales de protección a los derechos humanos y deja claro que el neoliberalismo tiene muchos rostros, se mimetiza, se gatopardea, se viste de múltiples formas para avasallar a los seres humanos; más sin embargo,siempre habrá esperanza, cada vez más veo a un pueblo más sensible, y es que, en este avasallamiento nos ha tocado a todos, gobiernos van, gobiernos vienen y prometen lo que saben que ni en sus más lúcidos sueños van a cumplir, queda claro que el que una mujer esté al frente no es garantía de justicia y equidad social mientras las mujeres y hombres continúen representando a intereses mezquinos, al neoliberalismo y a los dueños del estado no habrá paridad de género que nos salve y tampoco habrá partidos políticos que pueda prometer cosas distintas mientras engrosen su afiliaciones con personajes dantescos, mientras haya alianzas con miserables; no podremos avanzar mientras sean los mismos que llegan al poder utilizando las plataformas y marcas de los partidos distintos políticos por eso, la solución está en nosotros mismos necesitamos recuperar el tejido social a través del autocuidado, de la recuperación del núcleo familiar e impulsar el autoconsumo, leer, documentarnos, investigar antes de opinar, ponerse del lado de la justicia y de la razón, proteger a los más vulnerables, recuperar el sentido comunitario porque la comuna y la solidaridad que como bien lo dijo el CHË, “es la ternura de los pueblos”.
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