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MENSAJE DEL DIRECTOR GENERAL

EDITORIAL PERIÓDICO RÉPLICA 130

El tiempo transcurre inexorable y ya entramos a Diciembre, último mes de este año 2022 que a la vez, fue prácticamente el primer año completo de la Administración del Nuevo Gobierno Estatal que preside Miguel Ángel Navarro Quintero. Como tradicionalmente a Diciembre se le reconoce como el mes de la concordia, los regalos y los buenos deseos, creo que es momento propicio para que los nayaritas hagamos nuestros mejores esfuerzos para superar diferencias y para desearnos recíprocamente lo mejor. ¿Y como regalo? Personalmente no tengo la menor duda respecto a que todos los nayaritas bien intencionados desearíamos como regalo único, que esta hermosa temporada sensibilice profundamente a quienes tienen en susmanos la delicada tarea de gobernar y con ello; tengan la necesaria humildad y el buen juicio que se requiere para tomar buenas decisiones. Al respecto de este tema habría que recordar que en estos días, quienes representan al pueblo, tienen en sus manos y bajo su responsabilidad el estudio de diferentes iniciativas y propuestas de reforma que tanto el Ejecutivo, como los diferentes Ayuntamientos de la entidad les han hecho llegar. La Ley de la Hacienda Pública y las propuestas de reforma a la Ley de Ingresos Estatal y para los municipios son los documentos sobre los que la ciudadanía mantiene mayor expectativa en virtud de que es en éstos, en los que –vía Congreso- se autorizan o se rechazan los incrementos de impuestos y pagos por diversos servicios que se brindan a través de la Administración Pública. ¿Qué sorpresas nos tienen nuestros Representantes del Congreso nayarita? Muy pronto lo sabremos... y ojalá sean Buenas Nuevas navideñas; pues vaya que la economía de la población ya no alcanza para más. Reciban un cordial saludo

lunes, 15 de agosto de 2022

¡LAS CALLES NO SE VENDEN NI SE RENTAN!



(El comercio ambulante en Tepic, será reubicado mediante un padrón)

Cuando se llevó a cabo la remodelación de algunas de las calles del Centro Histórico de la ciudad de Tepic, como la calle Zacatecas, entre Hidalgo y Lerdo que también se le cambió el pavimento con imitación de adoquín, se tuvieron que reubicar a todos los vendedores ambulantes que desde hacía años ahí se estacionaban, por lo que algunos tepiqueños llegaron a pensar que, una vez remodeladas estas calle, ya no se les permitiría volver a instalarse a estos vendedores para así, dar otra imagen a esa zona de la capital nayarita.

Sin embargo, una vez que se terminaron los trabajos de remodelación de dichas calles, los vendedores ambulantes se volvieron a instalar en sus lugares de costumbre, aduciendo que, por los años de antigüedad de haberse establecido ahí, ya por derecho les correspondía su lugar; así comentó don Arturo, un vendedor que, desde hace más de 30 años se instala diariamente en la acera poniente de la calle Zacatecas esquina con Hidalgo, porque cuando oyó que posiblemente ya no se les permitiría volverse a poner en esos lugares una vez que se terminaran los trabajos de remodelación, don Arturo llegó a comentar que tuvo que ir hasta el Palacio de Gobierno para pelear por su lugar con la posibilidad de hasta demandar su lugar y derecho a trabajar, pues desde siempre se ha dedicado al comercio tanto él como sus hijas e hijos a tener esos puestos semifijos, pues uno de sus hijos tiene otro puesto en la esquina de la calle Bravo y avenida México.

Pero como todo volvió a la normalidad, las aguas se calmaron y los vendedores ambulantes no nada más no desaparecieron de la calle Zacatecas entre Hidalgo y Lerdo, sino que ahora han aumentado dichos vendedores que se instalan diariamente ena Plaza Antigua, en donde cada día se hace más difícil caminar debido a tantos puestos que se han instalado ahí, puestos de vendimia tanto fijos como semifijos y de vendedores que colocan sus mercancías momentáneamente en pasillos y jardineras, para retirarse una vez concluidas sus ventas, sobre todo los de tacos de canasta y tamales, yogurt, etcétera.

Pues bien, desde ese tiempo y más allá, se sugirió en este mismo espacio que se llevara a cabo un padrón para comprobar si en realidad quienes atienden los puestos ambulantes del Centro Histórico son los verdaderos dueños de los mismos, pues desde siempre ha llamado la atención el que por ejemplo, en algunos de los puestos de venta de fruta picada, las personas que atienden estos puestos, como en la esquina de la calle Morelos y Puebla, no siempre son las mismas, lo que da la impresión de que son trabajadoras y no las dueñas de esos puestos.

Y a propósito de la calle Morelos esquina con Puebla, en la acera sur de Morelos, a diario se estacionaba una camioneta cargada de frutas y verduras (no sé si se siga poniendo, pues hace tiempo que no paso por ahí); camioneta que atendía o atiende una señora de nombre María, a quien cierto día miré peleando con otra persona que tenía estacionado un vehículo en el lugar en donde se colocaba la vendedora, quien le alegaba a la persona que se había estacionado en “su lugar”, que ese lugar le correspondía a ella, porque era su lugar de venta, tal y como si fuera la dueña de ese lugar y, por lo mismo, nadie más se podría estacionar en ese espacio.

Lo anterior viene a colación, debido a que en el portal denternet de meridiano.mx, del día 11 de agosto, está una nota firmada por el reportero Fernando Ulloa Pérez, en donde resalta que, la señora Marcela Hernández Elías, jefa del Departamento de Funcionamiento de Negocios, del H. Ayuntamiento de Tepic, señala que “LAS CALLES NO SE VENDEN NI SE RENTAN; LOS AMBULANTES LO HACEN”. De ahí que afirme la señora MARCELA HERNÁNDEZ que, se tendráue llevar a cabo un padrón para comprobar si son los verdaderos dueños quienes ocupan esos espacios deventa; pero ahora con el fin de ser reubicados para dar cumplimiento al proyecto de quitar a todos los vendedores ambulantes del centro de la ciudad.

Y, contundente, la señora Hernández Elías, afirma que existe la posibilidad de que ahora con la pandemia, muchos de los locatarios de estos puestos ambulantes, fijos y semifijos, hayan perdido la vida, por lo que tal vez los hijos o herederos de los antiguos dueños de esos puestos, los hayan vendido o arrendado los espacios, por lo que es necesario levantar un padrón y así, comprobar quiénes son los verdaderos dueños, para poderlos reubicar adecuada y justamente. Así se los ha hecho saber a los vendedores. Sea pues. Vale.

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