Hace días el Gobierno Nayarita
manifestó que impondrá un arancel al agave, los fuereños que siembren agrave en Nayarit pagarán un impuesto especial... se habla del 2%.
El comunicado solo ofrece la justificación para imponerlo: erosión de tierras, nula reparación de caminos, disminución de cañaverales afectando a ingenios azucareros que ya no cuentan con suficiente tierra de cultivo de caña para que sea rentable; pero ¿por qué tuvo que pasar esto?...
Los ingenios azucareros en complicidad con los líderes cañeros siempre hicieron de las suyas con los productores, quienes, un tanto atenidos a que todolesresuelvanrecibendádivas por su producto con reiterados adeudos; quizá simplemente se hartaron y buscaron otro patrón que los trate menos peor. Pagos anticipados de las tequileras por renta de tierras y el alza del precio del agave ante la demanda mundial de tequila contrastan contra las paupérrimas políticas públicas; un cuasi nulo apoyo y las promesas de pago a futuro de los ingenios azucareros por su producto entregado, hicieron que la decisión de cambiar de cultivo fuera más fácil.
Ese impuesto ¿cómo se recaudará y para qué será? El impuesto suena a capricho, ocurrencia o revancha con el único afán de querer vengar al ingenio de puga; corrijo, salvar a la industria azucarera. En términos prácticos sí es un tema entre particulares; dudo que lo del agave se detenga;. Ante la revuelta, el impuesto quizá termine en las arcas del gobierno y será usado para cosas que nada tengan que ver con el tema. Nayarit es parte de la privilegiada denominación de Origen; 8 Municipios Náyaros poseen ésta potestad lograda en 1974 avalada por el Consejo Regulador del Tequila, único organismo reconocido por el GobiernoMexicano. Llegó el agave y los ingenios nada hicieron, ¿porqué teniendo el “Know how”; instalaciones; capital; y un establishment consolidado, no produjeron más productos derivadas de la caña? Quizá les faltó creatividad, ser competitivos y cuidar a sus olvidados socios productores, de quienes dependen completamente. Quizá el negocio era otro, dijera un conocido: “los ingenios exprimían más los subsidios yprogramas gubernamentales que las cañas”. Ahora ante el inminente cambio de vocación de cultivo del campo, se debe aprovechar la denominación e incentivar la pujante industria del tequila de forma integral, más rentable “per se” y no terminar como proveedor de materia prima como siempre. Fomentar la creación de empresas tequileras que tengan la capacidad de generar producto terminado con calidad de exportación, vaya, apostarle ya al sector secundario. Como ejemplo, el Municipio de Arandas Jalisco cuenta con 19tequileras de las cuales por lo menos cuatro, son de las más importantes a nivel mundial. Existen aproximadamente 1,758 marcas registradas de Tequila en los 5 Estados que cuentan con la denominación de origen, la mayoríaparaexportar.EnNayarit hay dos destilerías artesanales que tratan de abrirse camino en ese competitivo mundo; ¿la Secretaría de Economía de Nayarit habrá hecho algo al respecto? Al parecer no, porque ya les tronó el cuete en la mano. Siendo propositivos, mejor sería regular el agave y proteger el suelo; evitar deforestación y dialogar con los involucrados para lograr equilibrios para evitar que se degraden las tierras y así evitar un colapso. No todo es agave, pero tampoco todo es caña; el agave o maguey es nativo, la caña de azúcar no; vaticinar un desastre es aventurado. Sin salirnos del contexto, sería lamentable que esto tenga un triste final en los tribunales.
El querer salvar los ingenios a costillas del pueblo resulta obsceno; ellos han hecho cera y pabilo de tierras, productores y políticas públicas desde la época de la colonia. Latifundios y dos que tres familias inmensamente ricas controlan el estado; ¿no cree usted que quizá llegó la hora de cambiar y aprovechar ésta gran oportunidad?...
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