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MENSAJE DEL DIRECTOR GENERAL

EDITORIAL PERIÓDICO RÉPLICA 130

El tiempo transcurre inexorable y ya entramos a Diciembre, último mes de este año 2022 que a la vez, fue prácticamente el primer año completo de la Administración del Nuevo Gobierno Estatal que preside Miguel Ángel Navarro Quintero. Como tradicionalmente a Diciembre se le reconoce como el mes de la concordia, los regalos y los buenos deseos, creo que es momento propicio para que los nayaritas hagamos nuestros mejores esfuerzos para superar diferencias y para desearnos recíprocamente lo mejor. ¿Y como regalo? Personalmente no tengo la menor duda respecto a que todos los nayaritas bien intencionados desearíamos como regalo único, que esta hermosa temporada sensibilice profundamente a quienes tienen en susmanos la delicada tarea de gobernar y con ello; tengan la necesaria humildad y el buen juicio que se requiere para tomar buenas decisiones. Al respecto de este tema habría que recordar que en estos días, quienes representan al pueblo, tienen en sus manos y bajo su responsabilidad el estudio de diferentes iniciativas y propuestas de reforma que tanto el Ejecutivo, como los diferentes Ayuntamientos de la entidad les han hecho llegar. La Ley de la Hacienda Pública y las propuestas de reforma a la Ley de Ingresos Estatal y para los municipios son los documentos sobre los que la ciudadanía mantiene mayor expectativa en virtud de que es en éstos, en los que –vía Congreso- se autorizan o se rechazan los incrementos de impuestos y pagos por diversos servicios que se brindan a través de la Administración Pública. ¿Qué sorpresas nos tienen nuestros Representantes del Congreso nayarita? Muy pronto lo sabremos... y ojalá sean Buenas Nuevas navideñas; pues vaya que la economía de la población ya no alcanza para más. Reciban un cordial saludo

sábado, 2 de octubre de 2021

GOBIERNO DEBE DAR RESULTADOS, NO DEMAGOGIA



“Venga, acérquese o arrímese, para que vea, mire u observe, cómo saco, extraigo o sustraigo, un trozo, pedazo o retazo de trapo, tela o hilo-hila. Ustedes se dirán, se preguntarán o interrogarán, por qué hablo, digo o me expreso de tres modos, formas o maneras, pero es que hay gentes, personas o individuos, que no entienden, razonan o asimilan, como ése ebrio, borracho o teporocho”. El etílico indiciado, sabiéndose señalado por el índice de fuego del merolico, aturdido aún por la “peda”, se medio levanta y responde: “ Oiga usted merolico, parlanchín o charlatán, junte, recoja o levante, sus cosas, objetos o pertenencias y vaya, encamínese o diríjase, a perturbar, molestar o chingar, a su antecesora, progenitora o madre”. Menuda clase de demagogia. Nayarit no ocupa merolicos, ocupa resultados.



Hasta hoy, nuestros políticos gobernantes, asi andan. Tomándose la foto, lanzando puños de saliva aquí y acullá. Pero no hay resultados aún, es muy pronto para dar resultados. Sin embargo, la euforia política, la “peda” política que hoy traen, debe terminar para empezar con la cruda realidad, esa realidad que a diario padecemos los Nayaritas y que recitarla por enésima ocasión es enfadoso.

Enfrente tenemos problemas inmediatos que urge resolver. Problemas inmediatos que no se resuelven con poses o discursos demagógicos, sino con dinero, dinero que no hay y que los gobernantes tienen el reto de sacarlo de algún lado para salir adelante. No hay para pago de salarios y prestaciones de diciembre. De hecho, ya lo han dicho fuerte y quedito, dinero no hay. La única salida es que el “pueblo sabio” le aconseje a mi presidente AMLO que nos dé dinero, que le pidamos limosna para que nos ayude con los pagos de los meses finales del año, porque el presupuesto de este año ya se ejerció.

Lo anterior es para hacer frente a los problemas inmediatos, pero también, para sacar a Nayarit del pozo, es necesario tener los recursos suficientes para impulsar crecimiento. Esos recursos vendrán de dos lados: En primer lugar, de lo que se logre gestionar de parte del gobernador y sus colaboradores junto con los legisladores federales y que aparezca en el presupuesto de egresos de la federación y, en segundo lugar, del combate a la corrupción y el adelgazamiento del gobierno. Sin contar la inversión privada, eso es harina de otro costal.

Respecto del primer punto, con toda certeza,  como el gobernador es “gallo jugado” en el terreno de cómo se reparten los recursos públicos de la federación, ya está formado en la fila de gobernadores que andan apretándole tuercas, como mínimo, al secretario de hacienda. El objetivo ahí debe ser claro, mayor asignación de presupuesto para Nayarit, unos dicen que ya está autorizado un aumento del 12% al presupuesto, otros dicen que está autorizado el 30%, otros más que el 50%, en fin, eso ya se verá a la hora de que salga el presupuesto aprobado, antes no hay nada.

Respecto del segundo punto, del combate a la corrupción, la moneda está en el aire. El gobernador ha mandado señales de que no “esculcará” el gobernador saliente por el pacto de impunidad que seguramente tienen y que le permitió lograr la conquista de la silla gubernamental. Lo que es más seguro es que combatirá la corrupción en su gobierno y ahí se pueden generar ahorros que permitan tener dinero para el crecimiento. Ahora, con respecto al adelgazamiento del aparato gubernamental es necesario que se tomen medidas de austeridad en serio:  no sólo desaparición de dependencias, sino reducción de los salarios, compensaciones y privilegios de funcionarios y de toda la clase política, pasando por la disminución de recursos a los partidos políticos, desaparición de plurinominales etc.

Sin duda, Navarro está generando buenas expectativas con sus declaraciones y posturas políticas. En lo personal creo que sin duda está convencido en hacer buen gobierno. Falta que se pase de los dichos a los hechos y aún es muy temprano para eso, apenas van pocos días que llevan en el gobierno y, emitir juicios valorativos acerca de su gestión gubernamental me parece muy prematuro.

Lo que sí es importante decirles a nuestros gobernantes es que los Nayaritas queremos resultados, no queremos demagogia. De políticos mentirosos, demagogos y aparte de corruptos, ya estamos hasta la madre. Los Nayaritas no somos un “gigante dormido”, somos un “gigante despierto”, pero empobrecido por los malos gobernantes que hemos tenido y que se siguen aprovechando de nuestra pobreza para seguir consiguiendo los votos que necesitan para entronizarse en el poder por los siglos de los siglos. Hasta se burlan al profetizar que sus hijos y nietos nos gobernarán. Por eso urge en Nayarit, resultados, no demagogia.

PD. Las “focas aplaudidoras” del congreso sólo confeti le lanzaron a uno de los peores gobernadores de Nayarit. “Con esos bueyes hay que arar”, dicen en mi rancho.

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